Deshabitando...

La casa de los suspiros se va deshabitando
queriendo atrapar el aire por hacerlo más vacío.
Yo entre tus piernas frente a un crepúsculo que no acababa.
La interminable manía de hacernos polvo.
Y el estupor de esta realidad
que se entregó ruborizada
frente al candor de la delicia en su mirada al deslizar mis labios,
dibujando en su cuerpo mis manos
y en mi aliento de oceáno desatado, los colores que para ella guardé.

Si al deshacerme en ella
una copa de embriagadora incerteza se ha derramado
Por si la inminencia no desbastara su ansia
Todo ese olor a futuro que traía consigo
fue llevado por lo que nunca tuve
pues los usurpadores de alguna forma
pagan lo que quitan
aun mordiéndose la lengua
en el silencio.